Dos operadores ascendían al cerro realizando tareas de inspección cuando hallaron a una familia totalmente desesperada.
Una situación inesperada, tuvieron que vivir, José Filomarino y Antonio Bayón, dos operadores de la subsecretaría de Prevención y Emergencias quienes realizaban su recorrido de rutina por el cerro San Bernardo, cuando se toparon con una familia desesperada porque su bebé de un año no podía de respirar.
Los agentes le aplicaron primeros auxilios y con maniobras de Heimlich, que es la técnica para desobstruir el conducto respiratorio de los bebés, y afortunadamente lograron reanimar a la pequeña.
Luego de que pudo respirar, trasladaron a la bebé al hospital San Bernardo desde donde, tras verificar que se encontraba fuera de peligro, fue derivada al hospital Materno Infantil para quedar en observación. Fuentes indicaron que, aparentemente la niña había ingerido un elemento extraño que le impedía respirar con normalidad.