Rubén Ángel Aguirre fue denunciado junto a otros efectivos por un baqueano de Guachipas. Al momento del hecho era subcomisario.
El fallo se dictó el viernes pasado y es mantenido bajo reserva. Así lo decidió el juez Marcelo Rubio, integrante de la sala V del Tribunal de Juicio.
La sentencia en cuestión se dictó en el marco de una causa que se inició tras la denuncia radicada por José Cayetano Sulca, un baqueano que reside en los cerros de Santa Barbara, en la localidad de Guachipas, quien sostuvo que el 21 de mayo de 2014, ocho policías lo fueron a buscar y se lo llevaron detenidos sin orden judicial alguna.
Sulca relató una seguidilla de golpes y torturas a manos de varios policías, aunque a juicio llegaron sólo cinco. Héctor Daniel Orquera, Abel Alejandro Martín y Daniel Córdoba, todos estos policías de la subcomisaría de -Guachipas.
La lista se completó con Rodrigo Iván Andrada y Rubén Ángel Aguirre, el primero oficial de la División de Trata y Personas de la Policía, mientras que el segundo es el jefe de esa sección, cuya jerarquía al momento del hecho era de subcomisario. Todo ocurrió en el marco de la investigación por la desaparición de la joven Noelia Rodríguez.
Ahora tanto Andrada como Aguirre fueron condenados por los delitos de apremios ilegales y torturas, luego de que las lesiones fueran comprobadas. Entre ellas, unas producidas por “picana eléctrica”. El denunciante aseguró que también le practicaron el “submarino seco”, que consiste en asfixiarlo con una bolsa de plástico en busca de una confesión.
Fuente de información: Informate Salta